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Un año más

Necesito huir, no le encuentro sentido a esta vida, esta no es al existencia que debería vivir, creo que algo está mal pero no entiendo el qué.

Hoy cumplo 17 años, estoy feliz, ya sólo me queda un año más aquí, un año más en esta locura de  casa, un año más con mamá y luego me iré.

Anoche se volvió a cortarse las venas, la tercera vez en seis meses, la miro y en verdad la entiendo.

Entiendo que no tenga ganas de vivir, tanto miedo, tanta soledad, tanta locura la está consumiendo. 

Ha estado cerca pero no le tocaba morir.

Y cuando lo consiga no querré estar aquí, no quiero cargar con esa pena, no quiero ser la responsable de todo, porque es por mí, soy yo la causa que no pueda con su vida.

Si hablara, si fuera una madre más normal, si me contara las cosas y si dejara de beber para volar y estuviera más con los pies en la tierra quizá, juntas, podríamos ser felices.

De pequeña le preguntaba por qué me tuvo, si se imaginaba que su hija la haría tan infeliz, imaginaba que por eso papá se fue (suponiendo que hubiera un papá).

Quizá "papá" fue un colgado que conoció en algún garito y le dio 5 minutos de lo que ella consideraba amor y luego la dejó tirada.

Quizá haya una historia, pero mamá nunca me la cuenta, me mira con cara de pena y le da un trago a su fiel amigo Jack y luego silencio.

Recuerdo que de pequeña tenía un sueño que se me repetía muy a menudo, soñaba que era muy pequeña y vivía en una casa muy grande, habían dos niños más mayores que yo y unos señores que serían mis padres (obvio que no, mamá no era así) y jugábamos en una jardín o parque. 
Soñaba y sentía que me amaban, era extraño pero realmente sentía eso en mi sueño. Me querían.

En esa casa era feliz, no había gritos y sí mucho amor. 

Cuando despertaba me sentía muy triste, no entendía por qué no podría ser real, despertaba en una casa llena de miedo, tristeza y oscuridad.

Mamá siempre tenía las ventanas cerradas y nunca me dejaba salir a jugar fuera, vivía encerrada en su locura, incluso no fui al colegio hasta los 12 años, intentó darme clases ella pero no salió bien y tuvo que aceptar que fuera al colegio.

Siento tanta tristeza por nuestras vidas, que a veces pienso que debería ser yo quien la matase de una vez, quizá matarme yo también y acabar con todo.

Luego recapacito y me quito esa estúpida idea de mi cabeza, un año más, Sofía aguanta un año más y luego seré ¡Libre!.

De pequeña cuando soñaba con aquella familia al despertar, antes de salir de la cama cerraba los ojos muy fuerte y le pedía a Dios que de verdad estuviera ahí, prometía ser buena si eso ocurría, lo deseaba con todas mis fuerzas y luego al abrir los ojos volvía a la realidad.

Un años más.
Mamá no te suicides antes, aguanta, dame algo de paz para este año, ya no más sustos ni ambulancias ni sangre ni pastillas ni cocaína.

Un año para poder vivir, para poder ser feliz, para poder formar la familia que había en mis sueños.

Un año para seguir formándome y pintar, un año para ahorrar y luego volar.

María CreeyCrea
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