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Ser Normal.

Para la mayoría de las personas que conozco, la vida es sorprendente, pero no me refiero a que les pasan cosas extraordinarias o maravillosas, si no que la vida, en verdad, les da sorpresas a cada instante.

¡Sorpresas! me costó tanto entender esa palabra y más el concepto, recuerdo a mis padres pacientes, dándome todo tipo de detalles y ejemplos, pero yo a mis 8 años no era capaz de entenderlo del todo.

Y sinceramente, ahora, diez años después me sigue costando un poco. 

A vosotros todo os pasa en el aquí y ahora, por ejemplo, mi amigo Marcos conoció al amor de su vida un día mientras entraba en la biblioteca y ¡Sorpresa! encontró a Claudia (una chica que no conocía y no había visto nunca) en el mismo pasillo donde él pasaba el rato embobado mirando libros.

Ese día hablaron durante horas (eso no lo sabían cuando se despertaron ese día) y acabaron la tarde con un beso tan tierno que sin saberlo los uniría para siempre (o lo que para vosotros es "siempre").

Confieso que cuando Marcos me lo explicó hubiera deseado ser yo, no su amor si no la quien se encontrara a alguien "por casualidad" en cualquier lugar.

Mi madre también encontró a su Gran Amor (que resultó no ser mi padre) por "sorpresa" en un viaje de negocios y ya no volvió más. 

Todo el mundo conoce a todo el mundo por sorpresa.

Yo no.

No supe que era diferente hasta los 10 años, sabía que era rara, sabía que mi vida no era como las de los demás niños pero no sabía expresar lo que realmente pasaba.

Para mí nunca hay sorpresas, nunca hay emoción, nunca hay casualidades, mi "aquí y ahora" está en mis sueños, a mí me pasaban las cosas cuando estoy dormida.

¡¡Os juro que es verdad!! 

Hubo un tiempo que me negué a dormir intentaba quedarme despierta toda la noche pero obvio que nunca lo conseguía, tenía la esperanza de si una noche no dormía al día siguiente todo sería nuevo.

Pero siempre dormía, siempre soñaba y al despertar siempre sabía.

Cada noche mientras duermo, no sé cómo ni por qué, en mis sueños se aparecen todas las personas que conoceré o me cruzaré al día siguiente, desde el chófer del autobús de la Línea N8 hasta el médico de urgencias del Hospital (al que acudiré por la noche por un dolor agudo en el costado) todos absolutamente todos aparecen en mis sueños, dándome,además, información de más ya sea para bien o para mal.

No supe que mamá conocería a Ricardo en aquel viaje, porque a él yo no lo iba a conocer en persona, pero si sabía que mamá se iba a ir y también sabía el motivo.

Cuando les explico esto a mis amigos siempre me dicen que tienen envidia y que les gustaría saber lo que les pasaría cada día, así podrían saber cómo actuar. Cuando me dicen eso, os juro que me quedo con cara de loca mirándolos!

No entiendo por qué alguien quisiera saber todo lo que yo sé!.

El primer día de colegio sabía quiénes iban a ser mis amigos, los que me iban a gastar bromas y sabía, también, qué profesora y monitoras les iba a caer bien y a cuáles no.

Cuando pasé al instituto me pasó lo mismo, sabía que conocería a Juan y que tontearíamos pero sin llegar a nada más. También sabía que mi querida amiga del alma me dejaría de hablar porque haría amigas más "normales y superficiales" que yo.

Y mañana empiezo la Universidad, mi primer año de carrera y me da pánico ponerme a dormir y averiguar todo lo que pasará.

Por una vez en mi vida, me gustaría despertarme sin recordar lo que he soñado y llegar la facultad con el deseo, la curiosidad y nervios de entrar por la puerta y ver un montón de caras nuevas y decidir por mí misma con quien hablar, entablar amistad y quizá enamorarme, quiero ser yo la que elija sin tener un guión previo. 

Me encantaría, de verdad, que mañana en mi primer año de carrera, ser yo quien decidiera mi vida.

Me encantaría tanto ser como la gente normal.


¡Ser como tú!.

María CreeyCrea
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