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Vosotros o yo.


Me llamo Olga tengo 40 años y sé que lo que voy hacer no está bien. Escribo estas líneas para disculparme y para dejar constancia que lo último que quiero es hacer daño a nadie, sólo es la única oportunidad de encontrar paz para mí.

No soy una mala mujer pero creo que la vida debería ser más justa y equitativa y que todos fuéramos felices y sufriéramos por igual. 



Y es por eso porque os he elegido a vosotros, familia, llevo un tiempo observándoos, soy la chica rubia que siempre os cruzáis en el supermercado, en la gasolinera y en el banco. Soy la chica rubia a la que nunca miráis, nadie lo hace nunca. Podría ir por la calle empuñando un hacha y os aseguro que nadie se daría cuenta, al menos no hasta que la sangre y el miedo brotaran por todas partes

Os conozco bien, Marta y Manuel, sé que sois unos buenos padres, que vuestros cuatro hijos son felices, educados y amables. Sé que os amáis y que sois una familia unida (cómo me hubiera gustado tener una así ) y sé que os esforzáis mucho para que no les falte nunca de nada. Vuestra casa es de ensueño, pagáis vuestras deudas, tenéis buenos trabajos, buenos amigos y la gente os respeta y valora.


Y por eso os he elegido, porque lo tenéis todo y yo nada, nada más allá de mis tormentos diarios y de mi desdicha.
Vosotros, querida familia, vais a ser mi salvaciónNo me tengáis rencor por ello, no me odiéis. Porque lo hago para sobrevivir, porque es esto o la muerte y os aseguro que ahora no quiero morir.

Ahora no, pero durante toda mi vida si, ahora no porque he conocido a Sofía, qué niña más hermosa tenéis/tendré y solo con verla me lleno de pensamientos hermosos y de amor.


Así que os cuento el plan: ahora que ya ha nacido vuestro cuarto bebé, a Adrián, me voy a llevar a Sofía conmigo, con dos años será fácil que se adapte a mí y os olvide a vosotros (que os quedará el consuelo y el amor de los otros tres). 


Os aseguro que la niña estará bien, no pretendo hacerle ningún mal. Sólo necesito formar mi familia, necesito tener un motivo por el cual levantarme cada mañana sin tener las ganas de suicidarme, sólo quiero alguien que me ame incondicionalmente y sólo quiero amar.


Sofía es la afortunada.


Cuando leáis esta carta ya estaremos muy lejos de aquí, ya la tendré en mi regazo, quizá habrá llorado y pataleado cuando me la he llevado, pero no sufráis, se le pasará.


Y no nos busquéis,
 ¡Ni lo intentéis! porque como sospeche de que vais detrás nuestra, me presentaré en vuestra hermosa casa y os mataré a todos.

No se os ocurra arrebatarme la única posibilidad de ser feliz que tengo.


¡Olvidad a Sofia!
¡Olvidad a la chica rubia que ahora si queréis ver!.

María CreeyCrea
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